Hace un tiempo, escribí un post sobre el horario de invierno en el comercio y de lo acertado o no del mismo. El Invierno pasó y aunque a la Primavera le cuesta arrancar, vamos camino de un nuevo verano con muchísimas horas de luz y el mismo problema de todos los años. Y creo que además, el cambio climático tan evidente que estamos padeciendo, también deberíamos tenerlo muy presente.
Sevilla, como capital interior del Sur de España, casi todos los años sufre de olas de calor intensas durante periodos más o menos largos. En la mayoría de casos, no se recomienda estar al sol entre las 12:00 y las 18:00. Y el calor es un problema para el comercio minorista. Ya no tanto el que está en un centro comercial, ya que está en un entorno más bien de grandes dimensiones y aclimatado, sino el de a pie de calle. Por supuesto, se realizan ciertas mejoras para paliar las altas temperaturas, como toldos en diferentes calles del casco histórico, aunque por desgracia, no llegan a la mayoría.
El problema del calor es más acentuado en la apertura de tarde. La experiencia que tengo trabajando en un comercio del centro histórico me dice que el consumidor medio no sale a la calle hasta l9:00 en adelante. Muchos fueron los días en los que durante la primera hora de apertura del comercio por la tarde, no aparecía ningún cliente, salvo algún turista despistado.
¿Soluciones?. Es un tema para debatir largo y tendido. Por un lado, se le debe prestar un servicio al cliente. Por contra, esas “horas muertas” suponen pérdidas para los comerciantes. Si al menos no se cambiara la hora, se aliviaría el problema en cierta medida, pero por desgracia, llevamos más de 40 años haciéndolo dos veces por año y no tiene pinta de resolverse pronto, aunque el gobierno europeo ya lo está pensando seriamente.
Hablando con personas relacionadas con el comercio durante estos años, muchos estarían de acuerdo con abrir antes por la mañana y en el caso que sea horario partido, abrir más tarde. Porque, en Verano, la mayoría de los establecimientos abren a las diez, cuando ya el Sol está empezando a pegar fuerte, para cerrar en muchos casos a las dos de la tarde, para más tarde abrir a las cinco, cuando apenas hay nadie en la calle, ya que casi todo el mundo se refugia de los rayos del Sol.
Es un tema complicado, ya que la cultura mediterranea que tenemos arraigados hace que sea díficil cambiar de hábitos. Pero en mi humilde opinión, si no se quieren tener meses de pérdidas, quizás con cambiar un poco el horario se pueda paliar algo y no ser inflexible con él, ya que muchos comercios son tajantes con el mismo, tanto si hay 42 grados a la sombra a las cinco de la tarde en Agosto, como si es noche cerrada las siete de la tarde en Diciembre.
Ofrecer un entorno de microclima no sería mala opción como complemento a los toldos, si bien es un sistema caro y posiblemente poco viable.
En definitiva, creo que deberíamos adaptarnos a los tiempos actuales que corren. Es algo que las asociaciones de comerciantes deberían debatir, ya que tenemos un horario liberalizado, adaptarlo al clima, (ya sea Verano o Invierno), un clima que cada vez más, va de la mano con la necesidad del cliente que nos compra.
Manuel Baila 